domingo, 9 de junio de 2013

¡Sed de venganza!

Reinas queridas, recuerdan haber pasado por alguna decepción en algún momento, ya sea del corazón, del alma, de ilusión, y se sienten lastimadas, la mayoría de veces surge en nuestra cabecita la pregunta ¿Por qué a mi?, ó quizá esa frase “me las vas a pagar”; y comienza nuestra ira con el deseo de cobrar venganza por lo que nos hicieron, para algunas puede ser un pequeño lapsus que se desvanece con el pasar de los días y luego lo vemos como un tonto recuerdo, pero para otras esa frase que nos hierve la sangre sigue en nuestra cabeza rondando y buscando la forma de apagar nuestra sed de venganza, y sin darnos cuenta esta ira que crece día con día cada vez que recordamos el momento doloroso, hace que cometamos alguna tontería que según nosotras en ese momento puede ser correcto porque nos hace sentir como si estuviéramos lastimando a esa persona que nos hizo sentir tan mal, y sentimos que nos estamos vengando, pero démonos  cuenta Reinas queridas que no siempre debemos hacer caso a esa dichosa frase, “me las vas a pagar”, ni a esa ira que nos lleva a cometer cosas inadecuadas de las que luego nos podemos arrepentir, porque al final solo estamos lastimándonos a nosotras mismas y podemos quedar mal ante los demás, tenemos dignidad y sí; claro que tenemos derecho a sentirnos decepcionadas y lastimadas, pero tomemos las cosas de quien viene, demostremos que somos dignas de llamarnos Reinas porque no nos rebajaremos actuando igual de sinvergüenzas tratando de vengarnos, porque somos mejores y podemos dejar que las cosas caigan por su propio peso, total al final el que actúa mal, pues mal acaba y nosotras veremos luego como la vida le cobra sus malas acciones sin que nosotras tengamos que pasar por momentos que nos decepcionaran a nosotras mismas por nuestras acciones equivocadas; así que Reina no dejes que tu corazón endiablado pueda más que tu razón; demuestra tu superioridad de inteligencia ante esas personas equivocadas que creen estar aprovechándose de nuestra humildad porque al final los equivocados son ellos que no valoran la maravilla que eres; cuando tu cabecita tenga sed de venganza, respira profundo y recuerda eres una Reina y como tal, no caerás en las bajas tentaciones.